Su historia
-Introducción
-La etapa colegial
('79-'82)
-Debut ('82-'84)
-La voz de los 80 ('84)
-Pateando piedras ('86)
-La cultura de la basura
('87)
-La época divertida
de Santiago ('87-'89)
-Los problemas...('88-'89)
-Corazones
-El fin
Cuenta
la leyenda que todo comenzó en la sala de clases de un primero medio
del Liceo 6 de San Miguel, en marzo del 79. Un cuaderno rayado con el símbolo
de Kiss llamó poderosamente la atención de un joven estudiante
quien de inmediato conversó con el dueño del cuaderno. Se
conocieron y se presentaron, sus nombres: Claudio Narea y Jorge González.
En el mismo curso, sentado más adelante, escuchando un disco llamado
Sargent Pepper’s Lonely Hearts Club Band estaba Miguel Tapia, quien al
oír la conversación se unió al grupo. Kiss y The Beatles
unían al trío, en el momento que se conoce como el de “la
fecundación del embrión” que daría forma al
más grande grupo de rock chileno de la década de los 80:
Los Prisioneros.
Fueron
cuatro años en el Liceo 6 de San Miguel. Las inquietudes musicales
no tardaron en surgir. Fue así como pronto Jorge González,
Claudio Narea, Miguel Tapia y los hermanos Álvaro y Rodrigo
Beltrán formaron un grupo de corte religioso que seguía al
líder espiritual Gustavo Fuentes en lo que se llamó Los Papafuentes.
Superada esa etapa, Jorge, Claudio y los hermanos Beltrán (son vacas,
dejaron afuera al Miguel)formaron un grupo musical que no tocaba instrumentos,
sólo percusiones en las mesas, éstos fueron Los Pseudopillos,
grupo que ya evidenciaba los tonos irónicos que más tarde
serían la constante en la carrera de Los Prisioneros. De Los Pseudopillos
existen grabaciones, una de ellas aparece en el disco compilatorio Ni por
la Razón ni por la Fuerza, es El extremista. (Si haces click ahí,
tal vez la escuches).
En algún momento aumentaron las expectativas de los muchachos. De
alguna forma llegaron hasta sus manos las primeras guitarras y el grupo
cambió, ahora Jorge, Claudio y Álvaro fundan Los Vinchuka.
A ellos se unió Miguel con una batería bastante rupestre.
Las canciones de esta época son muchas, de hecho el clásico
¿Quién mató a Marilyn? tiene su origen en aquel entonces.
Tras meses de ensayos,
el grupo hace su debut oficial en el salón de actos del liceo, el
14 de agosto de 1982. Tocan 3 cover de The Clash, y tres temas propios:
Orgullo, King Kong el mono y ¿Cuánto vale el show? tema que
de puro paletas que somos les mostramos un pedacito, pero sólo un
pedacito.
Al salir del colegio Claudio y Álvaro abandonan el grupo, pues sus
intereses eran distintos. Jorge continúa el camino musical, estudiando
licenciatura en música en la U. de Chile. Ahí conoce a Carlos
Fonseca, hijo del dueño de la disquería FUSIÓN. Para
esta época Claudio ha vuelto a unirse al grupo, que toma la forma
definitiva de trío. Realizan algunas grabaciones caseras de sus
grandes temas. Carlos se entera de aquello y le pide a Jorge estas
grabaciones. González cede sin mucho entusiasmo un par de temas
que dice que se llaman “algo así como La voz de los 80 y Paramar”.
Carlos Fonseca se enamora de la fuerza del grupo y decide asumir el riesgo
económico de realizar una grabación. Por entonces el trío
está abocado a la labor de buscar un nombre, Miguel propone uno
que le gusta a todos, y que para la época resultaba bastante “osado”:
LOS PRISIONEROS.
Los primeros demos
artesanales se graban en el subterráneo de la disquería FUSIÓN
de Carlos Fonseca. En octubre del 83, Fonseca asume el riesgo económico
de la grabación de los demos oficiales en el estudio de Pancho Straub.
En el verano del 84 se producen lo últimos temas, y en abril de
ese año se realizan las primeras actuaciones en vivo, casi siempre
en círculos universitarios. En mayo se inician
las grabaciones del primer disco. Claro está, ningún sello
se arriesgó en ellos, así que Fonseca pagó las horas
de grabación que continuaron hasta octubre en el estudio de Caco
Lyon.
El 13 de diciembre de 1984 se lanzan a la calle las primeras mil copias
del disco La voz de los 80,de 10 canciones y se acompaña esto con
una “gira promocional” por el litoral central. Durante el primer
semestre del 85, el disco suena en algunas radios y el éxito es
grande lo que mueve al sello EMI para que se firme un contrato de distribución
para La voz de los 80, hecho inédito para la música chilena
estancada en esa primera mitad de la década. Los éxitos radiales
son La voz de los 80, ¿Quién mató a Marilyn? y la
“escandalosa” Sexo
Sus declaraciones
a la prensa y sus apariciones en televisión les dan la imagen de
chicos rebeldes, y se transforman en el grupo líder del movimiento
de rock chileno, al que se suman gente como Electrodomésticos, Pinochet
Boys, Primeros Auxilios, Banda 69, entre otros.
El grupo de guitarra, bajo y batería que eran Los Prisioneros, sufre
un brusco giro durante el año 86. González disfruta de las
horas en un estudio y del trabajo con sintetizadores. Mientras La voz de
los 80 seguía arrojando sus últimos éxitos radiales
(Paramar, Nunca quedas mal con nadie....) salen los primeros temas del
segundo disco. El producto final es conocido el 15 de septiembre de 1986
y para ese día ya tiene 5 mil copias vendidas. Los exitazos radiales
son Muevan las industrias, ¿Por qué no se van?, y el archi
trillado pero eternamente mayor éxito del grupo, El baile de los
que sobran. Es evidente la influencia “technoide” de Jorge González,
en temas como Muevan las industrias, Por favor o Estar solo.
El 1º de noviembre de ese año Los Prisioneros repletaron
el Estadio Chile en doble función en lo que fue el primer concierto
masivo de un grupo rock chileno. Argentina y el festival Chato rock fueron
el primer destino internacional.
En 1987 el país
se prepara para enfrentar un plebiscito al año siguiente.
En él se decidiría la continuidad del gobierno militar, el
trío sanmiguelino, como la mayoría de los artistas, está
a favor de que no siga. Realizan multitudinarios recitales a favor de la
opción “no”. El ambiente es tenso, y en este clima sale a la calle
el tercer disco: LA CULTURA DE LA BASURA.
Su grabación tomó poco tiempo, el ingeniero de grabación
Alejandro Lyon la calificó como caótica. El motivo serían
las disputas al interior del grupo, se dice que Jorge no tenía buena
disposición para interpretar los 4 temas compuestos por la dupla
Narea-Tapia (Somos sólo ruido, Algo tan moderno, Lo estamos pasando
muy bien y El vals). Los discos anteriores eran compuestos musical y literalmente
en forma completa por Jorge González, salvo la honrosa excepción
de ¿Quién mató a Marilyn? compuesta por González
y Tapia.
El 3 de diciembre de 1987 sale a la venta este tercer casete, con 14 canciones,
que de inmediato contó con 10 mil copias vendidas. Los cortes radiales
del disco no lograron el éxito avasallador de los anteriores, esto
reforzado por la prohibición de recitales en vivo impuesta al grupo
por parte de los militares. La producción, una suerte de disco conceptual
planeado como un homenaje a la radio AM, de todas maneras logró
imponer algunos éxitos. Los más destacados fueron La cultura
de la basura, Lo estamos pasando muy bien, Maldito Sudaca y Que no destrocen
tu vida, canción que Jorge González habría dedicado
secretamente a Claudio Narea. Éste sería el último
disco que el grupo grabara como trío.
LA
ÉPOCA DIVERTIDA DE SANTIAGO (87-89)
Si
bien pasaron 3 años entre LCDB y Corazones, su tercer y cuarto disco,
la creación no permaneció estancada. Los recitales masivos
fueron muchos: Concepción 40 mil personas; la plaza de toros en
Lima Perú, 14 mil; coliseo techado de Guayaquil, 7 mil. Se planearon
además, visitas a Colombia, México y Venezuela.
En este período y con el gentil auspicio de Caco Lyon, el grupo
pudo entrar a estudios a grabar sus temas antiguos. Fue así como
tuvieron cuerda los distintos proyectos paralelos, aunque los resultados
de estas grabaciones fueron conocidos por el público recién
en 1996 en el disco compilatorio. Los Gus-Gusanos hacían rocanrol
clásico y sus grandes temas fueron Aceite humano, En la cripta,
Yo no soy Buddy Holly entre muchísimos otros.
Un segundo estilo de sus grupos paralelos lo representaban Los Apestosos.
De corte “punkoide” medio ¿hard core???? destacan los temas Policías
y ladrones, Invitado de Honor y el antiquísimo Dejen Respirar. Este
último tema es una joyita, que según los más fanáticos
es la mejor canción grabada por el grupo y que hasta ahora nunca
ha aparecido en un casete, y que de puro buena onda que somos les vamos
a mostrar si hacen clik aquí.
Otras grabaciones de la época son los temas Ella Espera, La Noche
(cóver de Adamo) y Generación de mierda (un tremendo pedazo
de tema, muy viejo, pero grabado recién en 1987)
En 1988 Los Prisioneros ingresan al mundo del séptimo arte, con
la grabación de la película “Lucho, un hombre violento”.
Obviamente, tan demasiado obvio que ni se debiera mencionar... ellos hicieron
la banda sonora y el tema central fue Zombie. La película fue grabada
en la casa de Jorge y nunca se editó.
Claudio
y Jorge junto a un par de amigos formaban Los cuatro Luchos. El único
tema que grabaron fue Los cuatro Luchos. Para quien es observador
resultará evidente que el principio de este tema es idéntico
a un trozo de Muévete Retuércete, el gran éxito del
grupo que Claudio Narea formara luego de alejarse de Los Prisioneros. ¿Problemas
de autoría? ¿Problemas de personalidad? Eso último
es la más común de las justificaciones para el alejamiento
definitivo de Narea. Se produce el año 89, luego de alcanzar a grabar
algunos temas para lo que sería el cuarto casete, entre ellos Las
Sierras eléctricas, Fotos y Autógrafos y muchos más.
Se habló de diferencias musicales, pero el problema pareciera haber
sido una disputa personal entre los que fueran dos viejos amigos del colegio.
We are sudamerican rockers, de 1988, fue la última grabación
del trío que fue conocida por el público. Apareció
en una versión que se hizo para sudamérica de La Cultura
de la basura, en ella también aparecen nuevas versiones para Pa
pa pa y Lo estamos pasando muy bien.
El
grupo regresa dejando con la boca abierta a medio mundo. El cuarto disco,
grabado en yanquilandia, fue compuesto e interpretado en forma íntegra
por Jorge González, dejando a Miguel Tapia con cero participación.
La producción estuvo a cargo de Gustavo Santaolalla (mismo de Café
Tacuba, Molotov, etc...) y la dirección de sus videos continuó
siendo de Cristián Galaz. Tren al sur fue nominado a mejor video
latino por la cadena MTV. Esto ocurriría también con Estrechez
de Corazón, también dirigido por Cristián Galaz.
El álbum estaba formado por 9 canciones, los otros cortes radiales
fueron Corazones Rojos, Amiga mía y Noche en la ciudad, aunque el
resto de los temas suele ser conocido por el público en general.
El grupo es ahora absolutamente de teclados, de hecho Miguel Tapia deja
atrás la batería tradicional para tomar un sintetizador.
Para las presentaciones en vivo, Jorge González refuerza al grupo
con la incorporación de Cecilia Aguayo, médico de profesión.
Novata en materias musicales participaba de un grupo experimental llamado
Las Cleopatras. González en cierta oportunidad se quebró
un brazo jugando fútbol y debieron llamar a Robert Rodríguez,
de la Banda 69, para reforzar la banda con la guitarra en algunas
presentaciones en vivo. La estética del grupo cambia. González
plantea la necesidad de una corista para la gira promocional. Tras una
ardua búsqueda se selecciona a una chica que duró sólo
el primer concierto.
Se les acusó de transar con el sistema (entiéndase de “vendidos”),
pero al fin estaban recorriendo el país de sur a norte y participando
en estelares de televisión, además de realizar exitosas giras
por sudámerica.
El
24 de octubre de 1991 Jorge González anuncia en conferencia de prensa
la disolución definitiva de Los Prisioneros. Se había rumoreado
bastante sobre el punto, sobre todo después de la partida del manager
Carlos Fonseca.
Ese año habían por fin logrado participar en el festival
de Viña del Mar, luego de 6 años de negativas. Habían
comenzado un proyecto de ópera rock, que debió quedar a medio
camino. La gira “Adiós Prisioneros” recorre todo Chile y finaliza
en el court central del estadio Nacional.
Atrás quedaba la polémica, el mito de rebeldes, el recordado
recital en el estadio Chile donde la gente comenzó a gritar el nombre
de Narea y González abandonó el escenario sin interpretar
“El baile de los que sobran”. El telón de la banda más importante
de rock chileno estaba abajo, al parecer, en forma definitiva.
Dos álbumes de grandes éxitos se han editado, uno el 91 y
otro el 96, éste último incluyendo temas inéditos.
Hoy en día Miguel Tapia y Jorge González se han vuelto a
reunir, esta vez bajo el nombre de “Los Dioses” realizando recitales en
los que recuerdan algunos temas del trío y otros de sus carreras
como solistas en el caso de Jorge o con Jardín Secreto en el caso
de Miguel
Para muchos ha de permanecer en su memoria
el rostro de Jorge González en lo que fue la última aparición
televisiva de Los Prisioneros. Por esas cosas de la televisión,
el programa “Una vez más” de canal 13 salió al aire un día
después del último concierto.
“¿Alguna vez te acuerdas cuando todo era amable y divertido?"